Nos creamos hábitos y pautas porque de alguna manera nos sirven. A veces, de este modo castigamos o amamos a alguien. Es sorprendente la cantidad de enfermedades que nos creamos porque queremos castigar o amar a uno de nuestros padres. «Voy a ser diabético como papá, porque le amo.» No suele ser una decisión consciente, pero si miramos en nuestro interior hallaremos la pauta. A menudo tomamos una actitud de negatividad porque no sabemos cómo manejar algún aspecto de la vida. Es necesario que nos preguntemos: «¿De qué me lamento?», « ¿Con quién estoy enfadado?», « ¿Qué trato de evitar?», « ¿De qué me sirve esto?». Si no estamos dispuestos a desprendernos de algo —si realmente queremos aferrarnos a ello porque nos sirve—, por más que hagamos no conseguiremos liberarnos. Cuando estemos dispuestos a dejarlo ir, nos sorprenderá cómo desaparece sin que apenas nos hayamos esforzado.
(Louise L. Hay de su Libro Pensamientos del Corazón).
Responder